Planes integrados en salud frente a los impactos del cambio climático

Planes integrados en salud, un nuevo enfoque para abordar los efectos del cambio climático en la salud humana

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Investigadores de la Escuela Nacional de Sanidad del Instituto de Salud Carlos III (ENS-ISCIII) junto con técnicos de la OMS y de la Universidad Técnica de Dinamarca publicaron en la revista Environmental Research el artículo “A new integrative perspective on early warning systems for health in the context of climate change” en el que presentan un enfoque integrador para abordar los múltiples efectos que el cambio climático tiene en la salud de la población, los denominados planes integrados en salud.

Como explican los autores, el cambio climático y la contaminación atmosférica química del aire son dos graves problemas de salud pública con importantes interrelaciones pero también con matices que convienen aclarar.

La contaminación atmosférica química genera impactos a corto plazo en la salud humana (contribuye a 7 millones de muertes anuales por contaminación del aire en interiores y exteriores) y en otros seres vivos. Los principales contaminantes causantes son: las partículas en suspensión (PM), óxidos de nitrógeno (NO y NO2), óxidos de azufre (SO2 y SO₃) y el ozono troposférico (O3). El cambio climático también es consecuencia de la emisiones producidas por las actividades humanas. Los principales causantes son: el dióxido de carbono (CO2), el metano (CH4) y el óxido nitroso (N2O). Debemos señalar que el CO2 aunque es uno de los principales contribuyentes al cambio climático, no es nocivo a corto plazo para la salud humana a diferencia de los causantes de la contaminación.

Un ejemplo de estas interacciones, el cambio climático influye en el aumento de los incendios forestales, a mayores temperaturas más sequedad del suelo y más desecación de la vegetación, el resultado es más inflamabilidad. Este hecho supone un claro impacto en la salud de los ciudadanos y también aumenta las concentraciones de ozono troposférico como consecuencia del aumento de temperatura. En España, las situaciones meteorológicas a escala sinóptica que favorecen la intrusión de polvo sahariano son las mismas que las presentes en los incendios forestales. Esta situación, implica que se añade material particulado de la combustión de biomasa a la del polvo desértico y se exacerban los efectos en la salud. Si a esto añadimos episodios de contaminación atmosférica en las ciudades, o que estas condiciones se prolonguen en el tiempo, favoreciendo períodos de sequía, las implicaciones en la salud serán aún mayores.

Necesidad de planes integrados en salud 

En estos momentos existen planes fragmentados: para olas de calor, diferentes sistemas de actuación ante la contaminación atmosférica química o de alerta para el polen (los trastornos alérgicos están experimentando un aumento importante de prevalencia en todo el mundo y se intensificarán en el contexto del cambio climático y como consecuencia de su efecto sinérgico con la contaminación del aire).

Cristina Linares y Julio Díaz, investigadores principales del estudio: “Si los efectos del cambio climático en la salud de las personas son múltiples y se dan de forma conjunta, no tiene sentido abordarlos de forma individual”.

Como hemos visto los efectos del cambio climático sobre la salud humana son múltiples, complejos y están interrelacionados, siendo insuficiente desde el punto de vista de la salud actuar desde una perspectiva fragmentada.

Los investigadores plantean que los sistemas de alerta de salud pública relacionados con el cambio climático no deben centrarse únicamente en un único indicador que sirva para activar un determinado plan de acción si no que deben incorporar diferentes indicadores que reflejen la relación que existe entre las diferentes exposiciones y los problemas de salud relacionados, protegiendo así la salud humana de manera integral.

Dichos sistemas de vigilancia y sus correspondientes planes integrados de salud deben estar diseñados para las circunstancias locales y las características de salud pública de cada población. Algunos de los indicadores que se consideran parte de este sistema son los siguientes.

Categorías e indicadores 

Infografía planes integrados de salud
Infografía: planes integrados en salud frente al cambio climático

¿Cómo realizar un plan integrado de salud de prevención y frente al cambio climático?

Los autores proponen que un Plan Integrado de Prevención y Acción sobre Cambio Climático y Salud que tendría como objetivo la activación conjunta de planes individuales que ya se han desarrollado pero que no están conectados. Dichos planes integrados en salud incluirían diferentes fases o etapas de acción:

Fase 1 - Activación del Plan.

En función de los indicadores y predicciones existentes en el sistema de vigilancia se activaría el Plan Integrado con la evaluación de la activación de planes individuales. Además, cuando sea posible, se adoptarán medidas correctoras para evitar activar la siguiente fase del Plan.

El organismo encargado de activar el Plan debe ser el Ministerio o Departamento de Salud Nacional / Federal (o el departamento responsable del sistema de vigilancia). El Plan se activaría con base en las predicciones atmosféricas o meteorológicas de la Agencia Meteorológica nacional o la institución responsable.

Un ejemplo de activación del Plan Integrado de salud sería el caso de una alerta provocada por niveles altos previstos de una determinada especie de polen. Además de activarse protocolos de alerta exclusivos para el tipo de polen en cuestión se tienen que poner en marcha los relacionados con la contaminación química del aire que agravan las alergias. Así los impactos en la salud se reducirán al disminuir los posibles efectos de variables asociadas sobre las que es posible actuar.

Fase 2- Cuantificación del impacto esperado en la salud.

Se debe cuantificar el impacto en la salud relacionado con el fenómeno que provoca la activación del plan de todos los posibles impactos asociados en la salud (ver tabla anterior) con modelos previamente elaborados.

Los Servicios Epidemiológicos dentro del Ministerio o Departamento de Salud serán los encargados de estimar y cuantificar los impactos en la salud que se pueden esperar de la situación que ha llevado a emitir la alarma.

Por ejemplo, en el caso del calor sería necesario estimar la incidencia en términos de mortalidad diaria y en términos de indicadores de salud como, ingresos hospitalarios urgentes por diferentes causas específicas o llamadas de emergencia, y no sólo los relacionados directamente con las altas temperaturas, también los relacionados con picos de ozono y otros contaminantes del aire. Se alertaría a los profesionales de la salud del posible incremento en la demanda de atención urgente de manera que estuvieran prepararlos para la necesaria atención médica.

Fase 3- Acciones de los planes integrados en salud para minimizar el impacto en la salud.

En esta fase se activan las medidas que tienen como objetivo minimizar los impactos. Estos pueden ser principalmente de dos tipos:

  • Exposiciones sobre las que se puede actuar eficazmente, en cuyo caso se deberían involucrar los ministerios/servicios responsables de la gestión del problema. Por ejemplo, en el caso de la contaminación atmosférica de origen natural o antropogénico, serían los Ministerios o Departamentos de Medio Ambiente, Transporte e Industria los involucrados en la respuesta al tener que restringir el tráfico de vehículos y/o el funcionamiento de industrias para conseguir que disminuyan las concentraciones de este tipo de contaminantes en la atmósfera evitando agravar la situación.

  • En los casos en los que no sea posible actuar directamente, como una sequía o una ola de calor, el Ministerio o Departamento de Salud se encargaría de coordinar las acciones de salud pública necesarias contempladas en el Plan, las cuales consistirían en alertar a hospitales y emergencias (en muchas ocasiones descentralizado, involucrando así a las autoridades subnacionales); y servicios sociales y protección civil que pueden estar bajo la jurisdicción de varios ministerios o departamentos sectoriales, o nuevamente, descentralizados a las autoridades subnacionales competentes. En el caso de que deban llevarse a cabo tareas de intervención a gran escala, como por ejemplo en incendios forestales, los ministerios o departamentos pertinentes (Ministerio de Medio Ambiente o incluso el Ministerio de Defensa si es necesario el despliegue del ejército) deben ser encargado de activar los recursos.

Fase 4: Aprendizaje del sistema.

En esta última etapa el objetivo es evaluar si el impacto predicho en la fase 2 se ha mitigado como consecuencia de la activación del Plan.

Los Servicios Epidemiológicos del Ministerio o Departamento de Salud deben ser los encargados de monitorear este impacto y determinar qué acciones han tenido éxito y cuáles no. El resto de entidades involucradas, ministerios, departamentos, etc. nacionales y subnacionales informarán sobre las dificultades para la implementación del Plan. Se establecerá una red de hospitales centinela, distribuidos por ubicación geográfica, que permitirá medir el impacto real: identificar las patologías involucradas, los grupos especialmente susceptibles y para cuantificar la incidencia observada.

A lo largo de toda la implementación del plan los procesos deben ser monitoreados y evaluados, será en esta cuarta fase cuando esta información servirá para mejorar el diseño de los planes, su evaluación y la adopción de las mejores acciones a realizar en futuras emergencias.

Desde el Ministerio de Ciencia e Innovación del Gobierno de España señalan que “este tipo de planes integrados en salud son totalmente novedosos y, de momento, no han sido instaurados en ningún país, si bien han sido muy bien acogidos por la Organización Mundial de la Salud. El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ya ha tenido en cuenta este estudio en la elaboración del nuevo Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático (PNACC, 2021-2030) y lo seguirá usando como base en la toma de decisiones en la materia”.

 

Por Ana Lapeña Laiglesia, Cultura de Sostenibilidad / Salud y medioambiente de ECODES.

 

Resumen de la publicación A new integrative perspective on early warning systems for health in the context of climate change. Este artículo ha sido posible gracias a la colaboración y revisión de Julio Díaz Jiménez y Cristina Linares Gil (@ensgismau) - Unidad de referencia en Cambio Climático, Salud y Medio Ambiente Urbano, Escuela Nacional de Sanidad (ISCIII).


Fuentes